jueves, 4 de noviembre de 2010

Ampurias


Mosaico en domus


Lo justo es empezar por el principio... El primer lugar al que llegaron los romanos en nuestro país fue a lo que hoy es Ampurias, un asentamiento que también fue el primero griego en nuestras tierras: Emporion, que significa "mercado", pues ese era el objetivo de las colonias griegas en el Mediterraneo. Roma llegó en medio de la segunda Guerra Púnica, contra Cartago, por dos motivos: Atender la llamada de auxilio de la ciudad de Sagunto, masacrada por los cartagineses, y cortar las lineas de suministro de Asdrubal a su hermano Anibal, que frente a un potente ejército se acercaba peligrosamente a Roma tras cruzar los Alpes. Esta linea era la Vía Heraclea que unía las tierras de Cádiz con Marsella bordeando la costa y cruzando los Pirineos por el sitio más plano, pegada al mar. Lo que hoy es la A-7, para entendernos.
Museo

Roma envió para tal misión a los Escipiones, generales capaces, que establecieron su primer campamento junto a la citada Emporion, merced a que Grecia era aliada. Y fue desde allí desde donde comenzó toda la romanización de Hispania. Empezaron a bajar y fundaron Tarraco, liberaron Sagunto del yugo cartaginés y dieron muerte a Asdrubal, fundaron Valentia en lo que ya era algo imparable y llegaron a Cartago Nova (Cartagena), capital cartaginesa en Hispania, con la que se hicieron en un pis pas, poniendo fin al dominio efímero púnico en nuestras tierras. Además consiguieron debilitar a Anibal por la falta de suministros y tropas, el cual tuvo que abandonar Italia  a toda leche. Jugada redonda. Llegados a este punto pudieron haberse marchado de vuelta, pero no, se dieron cuenta de las posibilidades que aquí se ofrecían y continuaron con la conquista, que fue completa 200 años depués.

En cuanto al yacimiento que hoy podemos visitar es interesante, sobre todo, por estar juntos los restos de las ciudades griega y romana, algo único en España. Aunque el estado de conservación no es muy bueno, sobre todo en la parte romana, se aprecia el foro monumental y la estructura del circo, que fue de madera, lo que da idea de la provisionalidad con la que Roma se asentó. Hay restos de murallas, quizás las únicas que necesitaron en Hispania, pues posteriormente, al carecer de enemigos, nunca las construían. La parte griega es más interesante, aunque solo sea por plantarse en el ágora (plaza pública, foro para Roma) abierto al Mediterraneo. Quedan restos de domus con sus suelos de mosaico, calles empedradas, aljibes, en fin lo típico que albergaban estas civilizaciones en sus ciudades. La visita se completa con un pequeño museo, in situ, que cobija todo tipo de utensilios de uso cotidiano. El grueso de los encontrado en las excavaciones, lógicamente lo de más valor, se encuentra diseminado por Museos Arqueológicos catalanes y el Nacional.
Puerta en la muralla, acceso al Foro

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